Después del fallecimiento de un ser querido, es necesario completar una serie de trámites antes de proceder con su entierro o incineración. Uno de estos trámites comunes es el traslado del cuerpo al tanatorio, donde familiares y amigos pueden rendirle homenaje y despedirse. Un proceso que se inicia una vez que la familia entrega el Certificado Médico de defunción a la funeraria.
No existe un requisito obligatorio para utilizar un tanatorio tras un fallecimiento. Sin embargo, es importante considerar que el cadáver no puede ser sepultado o incinerado hasta transcurridas al menos 24 horas desde el momento en que ocurrió el deceso.
Los tanatorios son espacios diseñados específicamente para preservar el cuerpo del fallecido hasta que sus seres queridos le den su último adiós. Además, proporcionan un entorno sereno donde las familias pueden despedirse junto a otros familiares, amigos y seres queridos del difunto.
Funeraria Martínez se encarga del traslado del fallecido hasta el tanatorio de tu elección. Allí, el ser querido permanecerá resguardado, aguardando el momento del velatorio o del entierro. Confía en nosotros para brindarte un servicio dedicado y respetuoso en estos momentos difíciles.
El tiempo necesario para trasladar al fallecido al tanatorio depende de diversos factores, como la ubicación del lugar del fallecimiento y la distancia al tanatorio. Por lo general, el traslado desde un hospital o centro de cuidados paliativos hasta la funeraria suele llevar solo unas pocas horas. Sin embargo, si el fallecimiento ocurrió en un lugar distante, el proceso podría extenderse. Es importante tener en cuenta que cada situación es única y puede requerir un tiempo diferente para completar el traslado al tanatorio.
Antes de llevar el cuerpo al tanatorio, es fundamental realizar su preparación de manera apropiada para garantizar su seguridad durante el traslado. Esto implica asegurarse de que el difunto esté vestido adecuadamente, que sus objetos personales estén embalados para el transporte y que el ataúd esté sellado correctamente. La funeraria también se encargará de todos los trámites administrativos necesarios y garantizará que el cuerpo se almacene en una zona refrigerada para el viaje.
Después de completar todos los arreglos pertinentes, la funeraria procederá al traslado del cuerpo al tanatorio. Por lo general, este traslado se realiza mediante una ambulancia o un coche fúnebre para garantizar la seguridad y protección del cuerpo durante el trayecto. La distancia a recorrer determinará si se requiere un solo vehículo o varios para el traslado. Antes de iniciar el traslado, la funeraria puede ofrecer una bendición, aunque esta práctica es opcional y dependerá de los deseos de la familia.
El tanatorio ofrece una variedad de servicios destinados a preparar el cuerpo del fallecido tanto para su entierro como para su traslado al cementerio. Además de brindar facilidades para el velatorio y la despedida por parte de familiares y amigos, el tanatorio se encarga de realizar todos los procedimientos necesarios para asegurar que el cuerpo esté adecuadamente preparado y acondicionado, ya sea para el sepelio o para su transporte a la última morada.
